1º Día de la Reconexión

Al empezar  la sesión los ojos y la frente se empezaron a poner muy calientes, parecía como si me hubieran puesto un calefactor encima de esa parte de la cabeza. A continuación, se me apareció una manivela con un tornillo que se clavaba en el ombligo, y daba vueltas en el sentido de las agujas del reloj, la manivela era muy rústica y con rubíes. La sesión continuaba y la manivela seguía girando, pero ya no era la misma, estaba oxidada y era más antigua, al rato se convirtió otra vez en la primera manivela que vi. Luego miré hacia arriba con los ojos cerrados y veía unas manos en negro, que después se acercaban , pero no me tocaban, porque yo estaba metido en una urna muy estrecha de cristal, estaba llena de agua, pero me hacía sentir muy bien. Las manos negras se movían por fuera de la urna. Luego vi como la habitación daba vueltas y me quedaba arriba en el techo bocabajo y no me caía de la camilla. Por último abrí los ojos dos o tres veces porque oía a personas que parecían decirme que me fuera con ellos que ya se había terminado.

Segundo día


La imagen que se tiene negra cuando uno cierra los ojos se ha dividido en dos partes, como si se cortara un papel; y luego ha ido formando una especie de sacacorchos que se ha ido metiendo por la frente dando vueltas como si fuera un tornillo hasta que llegó a un tope y luego desapareció.
He escuchado a muchas personas que me  decían que ya se terminó, que me fuera con ellos. Volví a sentir calor en la zona de los ojos.Al levantarme ya no estaba mareado.

Raúl